viernes, 18 de abril de 2008

Montar un negocio sin experiencia

Del de Blog de François Derbaix, espero que les sea útil.

En diciembre 1999 trabajaba en Bruselas en The Boston Consulting Group (consultoría en management estratégico) y Marta y yo habíamos decidido movernos a Madrid y montar un portal de turismo rural.

Recuerdo una conversación de aquella época con mi “manager” en BCG, Yvan Jansen, que me decía que tantos cambios a la vez quizá era una decisión un tanto arriesgada: no tenía experiencia ni en turismo, ni en turismo rural (sólo había estado una vez en una casa rural, en Bélgica), ni en Internet, ni en España… Yvan tenía razón, eran muchos cambios, y tenía muy poco para “triunfar” en algo tan desconocido. Así que… igual seguimos adelante y con 25 años cada uno lanzamos TopRural.

Era bueno saber que no sabíamos nada de lo que había que saber. Pero nada de lo que nos faltaba era insuperable. Llegamos a Madrid en marzo 2000 y empezamos con el proyecto.
Designing Web Usability, Jakob Nielsen ¿Nos faltaba experiencia en diseño Web? Compramos el libro Designing Web Usability” de Jacob Nielsen y lo seguimos lo mejor que pudimos para empezar a dibujar el portal (suena a cachondeo pero realmente fue así).

¿Nos faltaba experiencia en Internet? Nos asociamos con Juan Andrés Alvarez Valenzuela, un programador muy bueno con un par de años de desarrollo Web.

¿Nos faltaba experiencia en turismo rural? Compramos todas las guías de turismo rural del momento y contactamos con los autores de la mejor guía (el Anuario de Turismo Rural). Les gustó el proyecto, aportaron muchas ideas y acabamos asociándonos.

¿Nos faltaba experiencia en montar una empresa? Igual dimos el paso más importante: yo me dedicaría a tiempo completo al proyecto e invertiríamos nuestros ahorros (y algo de nuestros amigos y familiares, 100.000 € en total).

Creía firmemente que no había ningún negocio donde no podíamos hacernos un hueco, a condición de meter toda la carne en el asador, de hacer bien las cosas y por supuesto de tener un poco (bastante) de suerte. También lo hicimos con muchas ganas e ilusión y mucho apoyo de nuestros amigos. Con la retrospectiva estoy seguro que no teníamos el éxito asegurado pero que lo más importante era probarlo.

En definitiva no arriesgamos nada que no podíamos perder: unos ahorros de gente que sabían que podían perderlo (no eran deudas que hay que devolver en caso de fallar), y unos años de trabajo que en cualquier caso quedan como una buena experiencia (aunque no salga adelante el negocio). Sin duda repetiría la experiencia, y la recomiendo a quien tenga la tentación de probar su suerte. En definitiva creo que lo importante es probar, y asociarse con quien puede completar tus carencias.

No hay comentarios.: